Nuestra historia se remonta al año 1927. Walt Disney, uno de los pioneros en el género de la animación creó a Oswald el conejo afortunado, su primera creación como dibujante, un personaje muy especial que logró gran éxito entre el público estadounidense. Engañado y traicionado por Charles Mintz, distribuidor deUniversal Studios, Disney perdió sus derechos sobre el personaje y al equipo de dibujantes que él mismo había creado.
En su viaje de regreso a casa, un pequeño ratón se coló en el compartimento del tren en el que viajaba, dándole la genial idea para crear un nuevo personaje capaz de competir contra el mismísimo Oswald. Así fue como nació Mickey Mouse, el dibujo animado más querido de todos los tiempos, protagonista de múltiples películas, cortos animados y videojuegos. Mickey y Oswald compartían características y acciones muy parecidas, aunque la personalidad de cada uno es bien distinta.
Oswald y Mickey son al fin y al cabo hermanos y desde Disney pensaron que ya era hora de que el conejo volviese al hogar que le vio nacer. Oswald seguía siendo propiedad de Universal y hacerse con él no sería tarea sencilla. Sin embargo, a los ejecutivos de Disney se les ocurrió la brillante idea de recuperarlo mediante un astuto trueque, que consistía en intercambiarlo por el comentarista deportivo Al Michaels. El plan dio resultado y ahora podemos volver a disfrutar de ambas criaturas, aunque nunca hayan compartido protagonismo en ninguna producción, ni siquiera en un breve corto animado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario